
Todas las relaciones atraviesan momentos difíciles. A veces los conflictos, la rutina, las heridas no resueltas o los cambios vitales pueden crear una distancia que parece insalvable. En estos momentos, muchas parejas se preguntan: ¿realmente necesitamos ayuda profesional? La respuesta es: si lo están considerando, probablemente sí.
La terapia de pareja es un espacio guiado por un/a psicólogo/a especializado/a que ayuda a las personas en una relación a mejorar la comunicación, resolver conflictos, fortalecer el vínculo emocional y reconstruir la intimidad. Y lo más importante: lo hace en un entorno seguro, donde ambos pueden expresarse sin ser juzgados.
¿Qué es la terapia de pareja?
La terapia de pareja es una forma de intervención psicológica centrada en la dinámica relacional entre dos personas. Su objetivo no es «salvar la relación a toda costa», sino acompañar el crecimiento emocional de ambos integrantes, y ayudarlos a decidir cómo y si quieren seguir construyendo su vínculo.
Se basa en distintos enfoques terapéuticos, entre los más conocidos:
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Terapia Cognitivo-Conductual para parejas (Baucom & Epstein, 1990)
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Terapia Focalizada en las Emociones (EFT) (Johnson, 2004)
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Terapia de Pareja basada en el Apego
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Terapia centrada en la comunicación y resolución de conflictos
¿Cuándo es recomendable acudir a terapia de pareja?
No hace falta estar al borde de la ruptura para pedir ayuda. De hecho, cuanto antes se interviene, más posibilidades hay de mejorar la relación. Algunos motivos comunes por los que las parejas consultan:
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Problemas de comunicación: discuten con frecuencia o evitan hablar para no generar conflictos. No se sienten escuchados o comprendidos.
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Pérdida de conexión emocional: se sienten como «compañeros de casa» más que como pareja. Hay distanciamiento afectivo o sexual.
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Ciclos repetitivos de conflicto: peleas recurrentes sobre los mismos temas sin llegar a soluciones (dinero, familia, hijos, rutinas, celos, etc.).
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Infidelidades o rupturas de confianza: recuperar la confianza tras una traición es difícil, pero posible con acompañamiento adecuado.
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Cambios importantes en la vida: nacimiento de hijos, mudanzas, pérdidas, trabajo, etc. Todos estos eventos pueden alterar el equilibrio de la pareja.
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Problemas en la intimidad o sexualidad: falta de deseo, diferencias en necesidades sexuales, dificultades para hablar del tema.
¿Cómo funciona una terapia de pareja?
Aunque cada terapeuta tiene su estilo, en general, la terapia de pareja incluye:
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Evaluación inicial: las primeras sesiones están orientadas a conocer la historia de la relación, los principales problemas y las expectativas de cada uno.
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Establecimiento de objetivos: se definen metas concretas como mejorar la comunicación, reconectar emocionalmente, resolver un conflicto o tomar una decisión conjunta.
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Sesiones conjuntas e individuales: aunque el foco está en lo relacional, a veces se realizan sesiones individuales para abordar aspectos personales que afectan la pareja.
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Trabajo activo: el terapeuta no se limita a escuchar: guía, confronta cuando es necesario y ofrece herramientas y ejercicios prácticos.
Técnicas utilizadas:
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Reestructuración cognitiva (modificar pensamientos disfuncionales)
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Role playing (ensayar nuevas formas de comunicarse)
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Prácticas de escucha activa
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Ejercicios de conexión emocional
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Técnicas de manejo del conflicto
¿Qué beneficios ofrece la terapia de pareja?
Numerosos estudios muestran que la terapia de pareja mejora significativamente el bienestar relacional y emocional de las personas (Lebow et al., 2012). Algunos de los beneficios más comunes son:
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Mayor claridad emocional
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Reconstrucción del vínculo y la confianza
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Desarrollo de habilidades para resolver conflictos sin dañar
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Mejoras en la comunicación y empatía
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Revalorización de la relación
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Mayor satisfacción sexual y afectiva
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Tomar decisiones importantes desde un lugar consciente y respetuoso
Incluso si la pareja decide separarse, hacerlo de forma consciente y respetuosa, especialmente si hay hijos, puede ser parte de una terapia de cierre saludable.
Mitos comunes sobre la terapia de pareja
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“Solo van los que están a punto de separarse”
Falso. Muchas parejas acuden para prevenir, crecer o resolver desacuerdos antes de que se conviertan en crisis. -
“El terapeuta tomará partido”
No. Un/a terapeuta ético trabaja desde la neutralidad, facilitando la comprensión mutua sin juzgar. -
“Ya es muy tarde para pedir ayuda”
Rara vez es demasiado tarde. Si ambos están dispuestos a trabajar, el cambio es posible.
¿Y si mi pareja no quiere ir a terapia?
Puedes comenzar tú. El trabajo personal también impacta en la relación. A veces, cuando una persona empieza a cambiar su forma de vincularse, el otro también se ve motivado a hacerlo.
Conclusión: La terapia de pareja es un acto de amor y responsabilidad
Pedir ayuda no significa que han fracasado, sino que están comprometidos en cuidar lo que han construido juntos. La terapia de pareja no solo ayuda a resolver problemas, también abre un camino de crecimiento, conciencia y conexión emocional.
En esta consulta online, se ofrece un espacio profesional, seguro y confidencial para que puedas trabajar en tu relación, estés en la etapa que estés.
Contáctame y comencemos este camino juntos. Agenda tu primera sesión.
No hay vínculo sano sin trabajo emocional.
Referencias científicas y autores recomendados
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Johnson, S. M. (2004). The Practice of Emotionally Focused Couple Therapy.
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Lebow, J., Chambers, A., Christensen, A., & Johnson, S. (2012). Research on the treatment of couple distress. Journal of Marital and Family Therapy.
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Baucom, D. H., & Epstein, N. (1990). Cognitive-behavioral marital therapy.
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Gottman, J. (1999). The Seven Principles for Making Marriage Work.
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Gurman, A. S., & Fraenkel, P. (2002). The history of couple therapy. Clinical Handbook of Couple Therapy.